La metamorfosis de Kafka: puerta a lo desconocido

La metamorfosis es uno de los textos más complejos de la literatura occidental del siglo XX. Escrito en un momento en el que la percepción de la existencia del hombre promedio estaba comenzado a cambiar para siempre, esta novella pretende ilustrar una serie de metáforas mediante una alegoría que abarca múltiples interpretaciones. El cambio de Gregorio Samsa ilustra su cambio de hombre de la sociedad industrial a monstruo, esto es, a hombre libre. La serie de casillas en las que él vivía desaparecen del día a la noche, sin rastro de ellas en absoluto. Al despertar, Gregorio se da cuenta de que se ha transformado, tanto físicamente como de cualquier otra forma. Es un monstruo, sin percepción de sí mismo ni de su razón de existencia, no es nada previamente establecido.

El hombre creado a partir de la segunda revolución industrial iba en contra de toda libertad pura del hombre real. Sumido en una catarata de normas, horarios y reglas, no se le dejaba tiempo para vivir ni para construir lazos con su entorno. Gregorio es la representación de este hombre y de esta sociedad, atrapado en un ciclo infinito de repeticiones y barreras. Su transformación, que viene completamente instantánea e impredecible, cambia su ser. Lo libera. Lo que en un momento lo aísla de todos, luego lo libera de toda responsabilidad y lo retorna a su estado natural. Pierde a su familia, pero gana una conexión con Dios, que se explicita en lo etéreo de su muerte.

En lo literario, Kafka utiliza una serie de recursos populares hoy pero innovadores en el momento. La narración es objetiva, sin subjetividades en el texto. Esto le permite contar actos en absoluto normales con una tranquilidad textual no permitida en libros mas poéticos. Sin embargo, llegando al final, toma un tono mas libre para contar la finalización de su historia. Su unión con Dios y su vuelta a la prehistoria.

Fernández y Milanese