Shrek: El camino del héroe

 Luego de su estreno casi 20 años atrás, Shrek se ha convertido en un clásico indiscutible entre cualquier persona que participe en la cultura popular. A partir de una estructura clásica que pretendía cambiar con todas las pretensiones previamente establecidas de la comedia y de la animación. Cambiando el curso de ese género para siempre, Shrek utilizó personajes que representaron rasgos admirables para generaciones previas y los convirtió en personas normales, que existen en el mismo plano que nuestro propio mundo. La cosmovisión fantasiosa del mundo que habita Shrek, en su base contiene elementos mundanos u ordinarios que lo hace parecer el mundo real.Shrek Movie Poster - John Lithgow, Mike Myers, Cameron Diaz #Shrek,  #MoviePoster, #KidsFamily, #CameronDiaz, #JohnLithgow… | Animationsfilme,  Shrek, Jurassic world

Su personaje principal es la representación de toda la no-pretensión o pretensión de ironía continuada de la generación X, que, en conflicto con los conflictos del nuevo milenio, pretende vivir en un mundo que ya no existe. Inamovible, Shrek se niega a participar en la misión del héroe clásico, se niega en cada paso de su viaje a continuar, no quiere completar su ciclo clásico pero tampoco quiere cambiar ni evolucionar. Es una anomalía, pero, a su vez, precedió a la mayoría de héroes de los últimos veinte años, que se niegan a asumir su rol de héroes y sólo quieren una vida en paz, sin alteraciones ni cambios.

La comedia de Shrek apareció en el momento justo, en el que el internet aún estaba en sus primeras etapas y el humor no-humor de burla simplemente por la razón de la burla funcionaba mejor que cualquier humor clásico. Era el momento post Seinfeld, en el quela ironía inteligente había llegado a tal punto que el humor dio una vuelta en sí mismo y volvió a su etapa más prehistórica. El objetivo de Shrek es la risa.Shrek (2001) - Photo Gallery - IMDb

Su soundtrack es magistral, casi equiparable al de su maravillosa secuela. Desde su comienzo, con la energético All Star de la gran banda Smash Mouth hasta el clímax, con Hallelujah de Jeff Buckley, no hay un segundo de silencio. I'm a Believer, la canción y el sentimiento.


Fernández y Milanese 

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